Cenizas tras la pandemia |
Coincidencia o no, conozco a un pibe que nació el día que comienza el otoño y es un bajón de pibe, supongo que entre nosotros existe mucho defensor de las virtudes y bellezas del otoño, pero os recuerdo que el día que comienza el otoño es el mismo día que acaba el verano. Así son las cosas, para que comience algo, algo tiene que terminar a su vez, así que para que comience el otoño se tienen que terminar el buen tiempo, el horario de verano, las camisetas de tirantes, los helados y la cerveza en las terrazas; dando comienzo a su vez las migrañas, la depresión y posterior muerte de las hojas, los huevos kinder y poco más. Ese es el ciclo que se nos viene encima, así que lo único que se me ocurre es poner algo intrascendentemente movido y veraniego como para incitarnos al desahogo y así sacudirnos la modorra que amenaza con aplastarnos bajo ese precioso y ocre manto de hojas muertas.
Mañana será martes.
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