miércoles, 8 de mayo de 2013

Medioputadas _Capítulo 7

Santiago camina penosamente a través del intenso calor del mediodía lastrado por una úlcera sangrante que le está quitando la vida en estos últimos tiempos, anda en la búsqueda de "El Dorado" que salve las cuentas de este semestre, sino alcanza los objetivos será trasladado a alguna zona infame del extraradio, lo que le supondrá más trabajo y menos oportunidades de negocio. Para colmo, ayer reventó la caldera en casa, así que se puede ir despidiendo de las vacaciones de verano.
La última calle merma y las puertas se van cerrando a última hora de la tarde, la gente regresa a sus hogares y hacen oídos sordos a los telefonillos en las horas más intempestivas. Santiago comienza a sentirse acorralado, el día se acaba y aún tiene que encontrar otra rendija donde meter el pie para colocar otra cuota, sabe que aún debe sumar un último tanto por ciento, sino todo se irá a la mierda. Entonces, alguien contesta al otro lado del telefonillo, es la amable voz de una anciana, Santiago estira su corbata y entona su acento más servicial, sabe que ha encontrado oro.

Cuando al fin sale de la casa de la valentudinaria señora entre falsas cortesías y parabienes ya sabe que esta noche volverá a tener pesadillas, pero uno es capaz de todo por el pan de sus hijos, se auto engaña.

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