viernes, 3 de febrero de 2012

VIERNES TOCA CLÁSICO - Sad But True





Si no recuerdo mal corría la primavera del año 1993 y aquel día yo había pedido salir pronto en mi primer y recién estrenado trabajo, a eso de las 15:00 horas. Estacionado en la calle me esperaba aquel “Honda Civic Rojo”, donde Diego ya pinchaba a The Cult para mantener candentes los motores de nuestra nave interestelar. Corríamos calle Alcalá abajo y cuando redondeábamos el puente de Ventas para posicionar nuestra astronave en el canal de acceso a ese nudo de gusano que era la M-30, nos pitaron testarudamente desde un pequeño vehículo de serie en donde saleroso nos saludaba un antiguo compañero de carrera que ahora divertía a las masas desde su púlpito dorado todos los fines de semana en las discotecas más selectas de Ibiza y alrededores, extraña concomitancia para la noche que se avecinaba.

El comandante, zurdo aterrizó nuestra nave frente a la vivienda familiar del Calabaza, quien uniformado con su camiseta de Suicidal Tendencies reglamentaria nos saluda mientras saca una cinta del bolsillo que le está quemando entre los dedos. Antes de meter el casete en el reproductor de audio nos informa de que aquello contiene encriptadas nuevas formas de comunicación recién llegadas del otro lado de la galaxia y sin más demora, allí mismo descubrimos por primera vez a los Rage Against the Machine; sus nuevos métodos y melodías, su violencia y su verbo nos propulsan a través de la ciudad en dirección al barrio de Vallecas, donde buscamos un lugar adecuado para estacionar nuestra aeronave que sonríe agradecida al poder interrumpir su actividad. En cuanto ponemos un pie en la avenida de la Albufera comenzamos a ver a fieles conciudadanos de aquel nuestro lejano planeta, algunos en mejor estado que otros, pero intentamos no contagiarnos demasiado de su entusiasmo; todavía tenemos tarea que hacer. Así que localizamos nuestro lugar de encuentro y nos introducimos en un pequeño local que hace las veces de bar a modo de tapadera, pero que en realidad es nuestro campamento base o lugar de encuentro para el resto de la organización.

Como bien dicta la prudencia y para no levantar sospechas fueron llegando por separado y en alterados itinerarios todos los componentes de esta operación, primero llegó María, de atractivo taimado y adoradora de The Cult; al cabo de un rato Edu, contrabandista de material discográfico y responsable de mi primera escucha del “Master of Puppets”, y Gema, otra de las legendarias seguidoras de Metallica.


Una vez repasado al completo el plan de acción y convenientemente empapados nuestros espíritus por la cerveza local, emprendimos el último paso, el que daba acceso al interior del lugar del acontecimiento, ese campo del Rayo donde pasamos sin problemas todos los controles de acceso para ganar la bocana de los vestuarios desde donde nos introdujimos en medio de un masivo partido de futbol “Melenudos vs Heavys” con una pelota hinchable de tamaño colosal a la altura de aquel mastodóntico escenario donde los más fanáticos se agolpaban para presenciar de cerca aquel fantástico evento que protagonizarían primero, nada más y nada menos que The Cult, seguidos de Suicidal Tendencies y que finalizarían aquellos dioses del metal que eran Metallica, en su gira “Wherever I May Roam”, por aquellas lejanas tierras.

Poco antes del comienzo del concierto establecimos contacto con “El Gran Alo”, el hermano mayor de Gema, quien había sido interceptado con su compañero de viaje en un control de acceso y se había visto obligado de ingerir “in situ” todo el material alcohólico del que habían sido incautados. Intuimos que finalmente pudieron acceder, pero nos fue imposible volver a establecer contacto.

Así que con el sol aún presente salieron The Cult y tras lo chocante que supuso ver a Ian Asbury sin su india y larga melena, al final no era Sansón, The Cult nos golpearon con su rock y su actitud para no desmerecer a la cabeza de cartel, nos exprimimos durante esta primera actuación, sobretodo Diego, servidor y cierto sector femenino.

Con el sol ya poniéndose salieron muy fuerte Suicidal Tendencies para ejecutar sus cuarenta minutos de hardcore-metal y skate-punk que en aquellos años 90 sonaban a extravagancia futurista recién estrenada, perdimos comunicación con el Calabaza. En aquel momento nadie podía imaginar que aquel joven bajista llamado Robert Trujillo, acabaría tocando algún día con los mayores.

Una vez se hizo la noche aparecieron los protagonistas de la noche, recibíamos  insólitos informes del Calabaza, saturados de interferencias, así que seguimos afianzando nuestros pies al terreno para no perder a más miembros en esta misión. Las mujeres pasaron al núcleo central del grupo y aguerridos nos apostamos para aguantar las embestidas de lo que tenía que venir.

Hace tantos años que no podría recordar el set-list, pero mis entrañas recuerdan que aquellas tres primeras canciones nos clavaron las espuelas en el lomo y galopamos entre pogos intentando mantener la verticalidad y los cuernos en alto. En alguna ocasión Edu y yo nos vimos obligados a realizar ciertas acciones rápidas en venganza a previos y malintencionados codazos y empellones.


En una de las pocas ocasiones en que levanté la cabeza pude observar con asombro aquella grada repleta de melenas con el brazo arriba marcando el aire al unísono en una simetría perfecta como sólo los heavys saben hacer.

Aquello terminó en un éxtasis metalero bajo un chaparrón veraniego que avivó nuestras fuerzas para alcanzar el límite y cruzar la meta final. Sólo después del apagón nos dimos cuenta del final del concierto, ya que el zumbido continuaría en nuestras cabezas durante horas. Con la flojera en nuestras piernas, pero felices de sobrevivir, salimos del estadio y paramos en la primera acera con la que nos encontramos para comprar unas camisetas, yo andaba completamente poseído por aquella experiencia, así que compré la camiseta más brutal de Metallica que se podía encontrar, tipo el resplandor, ella me acompañó muchos de mis años mozos, hasta que una mañana la hicieron trapos porque tenía un, para mí insignificante, roto en la espalda, seguramente ahí perdí la inocencia.


DOCUMENTACIÓN ADICIONAL:

Metallica:
http://www.youtube.com/watch?v=XTvv0pjc6vM

* Desgraciadamente han borrado todos los videos de Metallica de aquel concierto :(

Suicidal tendencies:

The Cult: (no se conservan documentos gráficos así que os pongo el momentazo “Wild Flower”).

2 comentarios:

  1. COÑO! QUE LLORO! QUE MEMORIA CABRÓN! QUE DIA! QUE BIEN HICIMOS Y COMO DISFRUTAMOS!

    JODER JODER JODER JODER JODER!!!!!!!!!

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  2. PARA MI EL MERJOR CONCIERTO DE MI VIDA. CÓMO DISFRUTAMOS .... BAJO LA LLUVIA. EL CALA

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