Cualquier aficionado a la lectura, que se precie, debería recordar que hoy se cumplen 200 años del nacimiento de CHARLES DICKENS.
Por su magnífica prosa, en un inglés de lo más comprensible, pero también, desgraciadamente, porque su mensaje cobra plena actualidad en estos convulsos tiempos de especuladores sin fronteras.
Basada en su propia experiencia, su literatura abunda en la defensa de niños explotados, huérfanos, prostitutas y demás parias de la injusta sociedad, y en su aversión a los egoístas, especuladores y corruptos.
En el prólogo de "A Christmas Carol" escribió:
"Me he esforzado, en este librito de fantasmas, por poner en pie el fantasma de una idea."
Doscientos años después del nacimiento de tan insigne escritor, vivimos tiempos verdaderamente "dickensianos", acuciados por fantasmas que se niegan a abandonarnos.
Los fantasmas de Dickens, el fantasma de Marley, el fantasma de Tom Joad nos siguen acompañando en su difícil tarea de remover conciencias pétreas.
THE GHOST OF AN IDEA...
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