lunes, 29 de abril de 2013

Surplus #13


Todavía recuerdo con cariño aquella época de la vida en la que eras lo suficientemente pequeño para, según entras por casa, preguntar qué hay de comer y lo suficientemente mayor para que tu madre te dejara hacer alguna barbaridad gastronómica de vez en cuando. Por ejemplo quién no recuerda comerse el sobrante de la masa de las croquetas, esa mal calculada demasía del relleno de las empanadillas o embucharse doce huevos rellenos de una sentada, yo recuerdo una época en que mi estómago soportaba impasible la difícil digestión del vinagre residual de las ensaladas, los bocadillos de patatas fritas con kétchup o aquella fabada antes de dormir doce horas de un tirón. Recuerdo a mi madre haciéndome bocadillos con las natas de la leche y azúcar antes de ir a natación, recuerdo acabar con una paella para doce y vomitarla durante veinticuatro horas seguidas ¿Recuerdas una época mejor que aquella utopía en la que no conocías los límites?


Y en capítulos anteriores: Resume #13 y Autopilot #13

No hay comentarios:

Publicar un comentario