Adele, simplemente Adele, esta joven de robusta presencia y voz prodigiosa que reuye de teatrales nombres artísticos y de maneras de estrella consentida, edita su segundo disco 21, dos años después de su debut con 19 (adivina, adivinanza), sí, tampoco se come el coco titulando discos, parece que esta mujer de porte inmaculado prefiere concentrar sus esfuerzos exprimiendo su voz para sacarle al soul todo el aroma y por lo que vemos en Rolling in the Deep parece que ya tenemos nueva estrella en el firmamento para 2011.
Las comparaciones con Amy Winehouse parecen ser constantes, a mi personalmente me parecen absurdas, pues Adele es la antítesis de la fama y el exceso. Esperemos que se mantenga firme ante los envites de la fama, a ella no le hace falta más que su propio talento.
Para su visita a España en el mes de abril ya se han agotado las entradas tanto en Madrid como en Barcelona.
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