Ahora que comienza el tiempo estival y algunos afortunados se van de vacaciones o vienen, ya que vivimos en uno de los destinos vacacionales por excelencia, se me ha venido a la mente un video que vi hace un par de meses realizado por un americano a nivel particular y con sus propios medios, este film amateur nos demuestra que a veces tiene que venir alguien de fuera para enseñarnos como es nuestra casa, pues la cotidianeidad nos impide ver la suerte que tenemos de vivir en un país como este, que si es verdad que acuciados por la crisis como estamos clamamos a diario que no es el país más productivo del planeta, si es uno de los países que más expatriados por el clima del centro y del norte de Europa acoge y estos que son tan listos de algo sabrán. Es muy de agradecer que este norteamericano haya mirado más allá para matizar con tanto gusto, no ya los tópicos, sino esa vivaracha infancia en la calle; la edad de los pueblos mediante su histórica arquitectura, su infraestructura y sus tan encantadoras como ancestrales ubicaciones; ese inmenso mar que nos rodea y que tan presente está en multitud de nuestras provincias; la historia y la tradición de nuestro pueblo a través de los rostros de nuestros mayores; la intensa luz del cielo y sus calles, siempre sus calles, porque nuestra vida sucede en la calle, nuestro clima propicia que parte fundamental de nuestra vida social camine alegre y despreocupada por la calle.
Así que con nuestras virtudes y nuestros defectos ya va siendo hora de que reclamemos nuestro estilo de vida y dejar de darnos palos como si todos los días fueran semana santa, que no deja de ser otra insana y censurable característica de aquestos hijos, nietos, bisnietos y tataranietos de los Reyes Godos.
Sinceramente, España.
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