A veces es muy complicado ser padre y colega a la vez, pues todavía no se nos ha premiado con el don de la ubicuidad, lo que sí esta demostrado es que de los colegas no siempre te puedes fiar y sin embargo seguro que tus hijos te perdonarían todo, te hiciera o no te hiciera falta. Su devoción es infinita, sin rencor.
En este caso Orbital nos relatan la fábula de "A mi papá le va la farra y además es un pagafantas, pero yo le quiero", donde podríamos vernos como ese gran peluche que todo niño quiere y que todo niño tiene fallándose a sí mismo una y otra vez con la única intención de alcanzar aquel compadreo y camaradería perdidos en bulliciosos y lejanos días. Entonces reincides en atávicos ritos con la única esperanza de volver a encontrar la senda que tanto brío te proporcionó en el pasado, pero ahora la Supernova duerme en el cuarto de al lado y tú exprimes la noche con tu fugaz e infructuoso titilar para acabar regresando herido y apesadumbrado al cobijo de aquella luz, aquella luz que ahora ya no te pertenece, pero que te acoge y te restablece.
Wonky |
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