Mamá
alienígena miraba con preocupación al primer retoño de todos los tiempos cuando
papá alienígena regresó con semblante serio del consejo extraordinario que se
había constituido para tomar una decisión sobre el nacimiento del primer delfín
de la nueva era. Nadie sabía que es lo que se debía hacer, pues nadie quedaba
ya para recordar la última vez que nació un heredero para la especie.
No hicieron
falta palabras, los dos sabían que la futura supremacía del primer retoño de
todos los tiempos seguramente condenaría a toda la especie. La responsabilidad
de quebrar su naturaleza en las primeras etapas de la infancia recaía en los
progenitores, así lo estipulaba el minucioso protocolo de acción para casos
excepcionales.
Una circunspecta
línea de lágrimas comenzó a rodar por el rostro de mamá alienígena al separar de
su regazo al primer retoño de todos los tiempos con el propósito de hurtarle contactos
físicos pretéritos bajo la contrita supervisión de un papá alienígena superado por
este nuevo escenario. Así nació el primer retoño de todos los tiempos, solo y
repudiado.
Un colectivo de raro propósito
nosotros que somos tus amigos
sentimos que ha llegado el momento
de decirte que hace tiempo
nos reunimos a diario sin ti
para divisar todas las maneras
de mantenerte hundido
y es que estos ritos
nos han convertido
en un colectivo de raro propósito
queremos que sigas tomando todas estas decisiones
irracionales
si no es por consecuencia de tu desastrosa personalidad
que sea por el bien de la comunidad
nosotros que somos los testigos
de tus decepciones encubiertas
sabemos que por mucho que las disimules
no cambiará nada
y que nunca te querremos tanto como a ti te gustaría
y es que estos ritos
nos han convertido
en un colectivo de raro propo´sito
queremos que sigas tomando todas estas decisiones
irracionales
si no es por consecuencia de tu luminosa inseguridad
que sea por el bien de la comunidad
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