El mundo es desmesuradamente grande a pesar de lo mucho que nos empeñamos en mermarlo con nuestro paulatino y tan occidental auto aislamiento voluntario que parece llevarnos a ignorar lo que pasa a nuestro alrededor, y ya no estoy hablando del país vecino, sino de la misma calle de al lado. Si mis cálculos son correctos, la tierra es tan grande que nos llevaría cerca de un año recorrer sus más de 40.000 kilómetros de circunferencia andando sin parar a dormir, comer o descansar; los mortales más osados que lo han intentado en los últimos tiempos han tardado una media de cuatro años. En todo caso, si el valor nos acompañara a emprender tan intrépido viaje a la ilustrativa velocidad de 4 kilómetros por hora, seguramente percibiríamos de primera mano lo variadas que pueden resultar las distintas culturas, pero además, tras las cortinas de cada sociedad, podríamos reparar en lo semejantes que resultamos todos los seres humanos a un nivel más doméstico, de puertas para dentro; como se igualan todos los gestos, todas las risas y todos los pasos. “Todos respiramos el mismo aire y caminamos el mismo suelo“.
Takayuki Akachi y su actual proyecto cuentan con la participación de Onitsuka para poder recorrer el mundo con su objetivo enfocado sobre la cotidianidad de las distintas sociedades que surgen en su camino. Un interesante trabajo fruto de una especial sensibilidad fotográfica para encontrar en la rutina de las personas el poderoso retrato capaz de expresar con fuerza la esencia del ser humano.
Film by Takayuki Akachi >> takayukiakachi.jp
Music by DULO >> tinyurl.com/til-the-end
Produce by TANGRAM >> tangram.to
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