lunes, 3 de octubre de 2011

Wilco - One Sunday Morning




Mis amigos no comprenden por qué me gusta tanto Wilco, mi mujer tampoco y mi hijo menos, así que tampoco voy a intentar explicarlo. Tan sólo os diré que cada vez que sacan un disco saltan efervescentes los profetas para asegurar que no es un "Yankee Foxtrot Hotel" y otros reproches, abatiendo así cualquier atisbo alegría que pudiera surgir entre la concurrencia al saber que han publicado nuevo material una de las pocas bandas que podría haber ingresado en la facultad de medicina con la nota media de su discografía. Así que como soy muy impresionable, suelo iniciar la audición con la desconfianza heredada de aquellos comentarios e incluso en la primera escucha doy parte de razón a que todo suena igual o parecido, soy muy frágil; pero claro, a qué van a sonar, así que sigo escuchando, y no sé muy bien si es el timbre de voz, los virtuosos punteos de guitarra, los medios tiempos, no sé, el caso es que me enganchan lo suficiente para concederles la tercera escucha y a partir de ahí me ahogo irremediablemente en sutilezas y matices, es inevitable. Debe ser algo parecido al sexo, Wilco no son ese polvazo adolescente en las taquillas del gimnasio con la profesora de pilates, pero si son esa cama experta que sabe perfectamente lo que quieres y lo que deseas, que sin ningún tipo de prisa te ofrece todo su buen hacer con la delicadeza del que ya no tiene prisa, del que perdió el complejo hace tiempo, del que sólo piensa en disfrutar, como una mañana de domingo.


Ojo que Wilco no son los Reyes del Metal, pero también saben tirar petardos y para muestra un botón, si hemos abierto con el último tema ahora vamos a acabar con "Art of Almost", tema que abre este nuevo disco, donde los de Chicago comienzan disfrazados de Radiohead, para después resurgir en un feroz punteo final, demostrando que ellos siguen siendo una banda de Rock.

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