Que queréis que os diga de Stairway to Heaven, pues que es la canción que si yo hubiera sabido tocar la guitarra, hubiera querido tocar. Me gusta pensar que es porque se publicó el año en que nací, pero seguramente es por el simple hecho de que es una canción tan colosal que todo el mundo la querría tocar, incluido yo. Eso hace que tristemente yo me sienta, tal vez menos especial, pero al César lo que es del César.
Led Zeppelin ¡Gracias!
En el caso de canciones tan cardinales y populares como la compuesta por la doble P (Page & Plant) hay un misterioso reverso que se esconde tras las obligatorias versiones y esa universal afición a homenajear a los grandes al precio que sea. Precio que después pagamos entre todos y que, unas veces, arroja luces, y otras, oscuras sombras que se prolongan tras el gran trabajo de el autor original. Un buen ejemplo de las luces y el respeto hacia la versión original podrían ser estas dos versiones:
Versión Fran Zappa:
La sombra más extensa bajo la estela de la magnífica Stairway to Heaven la protagonizamos un poco entre todos, seguramente cegados por nuestra veneración a los grandes y en la que encajo yo el primero (gracias al cielo que no se tocar la guitarra), para muestra un botón:
"El infierno está lleno de músicos aficionados" (George B. Shaw).
Te falta la mejor versión... la del Ca'lete, que yo le recuerdo tocándola en sus tiempos mozos, y muy bien...
ResponderEliminarJST...OV